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sábado, 31 de agosto de 2019

VERBUM, CORPUS Y MANDIL

VERBUM, CORPUS Y MANDIL
Dante Fabian Humacata Perez
Apr.·.M.·. - Resp. Log. N° 597
Gral. JUAN GALO LAVALLE

Sabemos que los estados de ánimos provocan cambios en nuestras posturas corporales y de esto deducimos que determinadas posturas pueden generar un cambio en nuestros estados de ánimos. Así por ejemplo, los estados depresivos provocan un empequeñecimiento de nuestros espacios, encorvándonos y haciéndonos bajar la mirada, mientras los estados con alto contenido de endorfina provocan una expansión del cuerpo, las extremidades, y hasta cambios en la voz. Teniendo en cuenta esto, una de las técnicas que utilizan terapeutas no convencionales consiste en realizar pequeños cambios en la postura de los pacientes para el tratamiento de ciertas patologías psicológicas, ayudado por otras técnicas o detalles del proceso, consistente una de ellas en imaginarse un personaje real o ficticio y adoptar su postura, poniéndose en su lugar a modo de traje de un superhéroe para así evocar emociones y pensamientos propios de aquello que estamos creando en nuestra mente y que ayuden a la superación personal.

Otro de los puntos importantes consiste en repetir mentalmente o en voz baja en la mañana temprano o en el momento antes de dormir, las cualidades personales que deseen poseerse con tres particularidades: “en presente”, “en positivo” y “en 3era persona”. La razón de esto, es que en esos horarios el cerebro se encuentra en estado Alfa, es decir, cuando más receptivo se halla al aprendizaje, con la particularidad de que los sonidos de la voz emitidos en bajo nivel de decídeles son los más efectivos para llegar al subconsciente, como lo enseña la tecnología subliminal. De esta forma comenzará en nuestro cerebro el proceso de alquimia interior que nos ayudará a convertirnos en eso que anhela nuestra orden. Las palabras generan imágenes, crean emociones y provocan acciones que hacen a las costumbres que nos definen como personas.

Terminada esta breve explicación pensé que sería una forma diferente, sencilla y práctica de hacer que los significados del mandil se nos hagan carne aplicando estos conocimientos. Así entonces deberíamos al levantarnos, imaginarnos colocar nuestro mandil y cargando el signo, repetir interiormente: “De píe y al orden!” como si de un traje de súper héroe se tratase, transformándonos así en todo lo que representa ser un masón. Y aunque es regla no exhibirlo jamás fuera de la logia, es así como podemos llevarlo siempre en todos lados, en nuestra mente y en nuestro corazón. Por lo que deberemos vernos radiantes e inocentes. Candorosos en nuestras costumbres. Equilibrados en lo espiritual y lo material, dinámicos, puros de pensamiento y en nuestras acciones; trabajadores en lo material, moral, espiritual e intelectual; virtuosos, sabios, progresistas, de cualidades bien definidas; de un vasto criterio, con una honradez acrisolada. Libres de preocupaciones, incertidumbres y de prejuicios, buscando el camino más recto hacia la verdad, Combatiendo la ignorancia, el fanatismo y la superstición, fuertes y justos. Con nuestra conciencia sin manchas y libres de falsas apreciaciones y retorcidos conceptos. Nuestras acciones, guiados por los más sanos dictados de nuestra conciencia y los más puros razonamientos, ajustadas a la más absoluta equidad, haciendo verdadera justicia. Pasando por los mayores sacrificios sin inmutarnos. Todas cualidades que representan el blanco del mandil.

Retengamos ahora lo que representa su forma, el triángulo simbolizando lo elevado de la inteligencia del espíritu y del instinto; y el cuadrado que lo sostiene, la logia, a la materia y a la naturaleza, actuando sobre todo cuanto existe en el mundo objetivo, haciendo conocer lo que es necesario a la humanidad, para lograr su progreso y felicidad. Seamos como la unión de estas dos figuras: una construcción perfecta. Como el contorno que refleja una de las caras de la piedra cúbica de punta, educando nuestra inteligencia, modelando nuestro espíritu y dominando nuestras pasiones. Combatiendo los defectos de los malos instintos. O como la otra interpretación de los tres triángulos que lo forman, la solapa, emblemático de lo superior de la inteligencia, como un don que la naturaleza prodiga a los seres racionales; el segundo que simboliza al instinto, como el agente conservador de la vida animal, y el tercero alegórico del espíritu, como la esencia mística que dirige a la conciencia humana, con el fin de apreciar la existencia de la divinidad y así deberemos plasmar estas ideas en nuestra mente, imaginándonos desarrollados cada uno en nuestro ser. 

Imaginemos que somos como el círculo que forma la cinta que lo sujeta, emblemático del candor, la pureza y la sencillez de las acciones. Alegórico del área universal que circunda al infinito y lo desconocido y de la unidad masónica en relación con nuestros deberes y derechos, marcando los límites del derecho ajeno, indicando el uso de los que corresponden, respetando y haciendo respetar y defendiéndolos de quienes traten de arrebatarlos, o sea, el iniciado con su personalidad de protector y guía de la humanidad. Imaginemos este espacio como aquel que marca donde debemos desarrollar todas nuestras actividades en bien propio y de nuestros semejantes; así hagamos que toda labor benéfica que se desarrolle durante los trabajos de las logias, no se circunscriban al recinto, sino que deben ser mundiales, para que los preceptos, los principios y las máximas que se propagan, lleguen al conocimiento de toda la humanidad. 

Queridos hermanos, pongámonos el mandil en cada despertar y busquemos cambiar el mundo.

Siempre al servicio y por el bien de ésta cosa nuestra que es la masonería.

Es cuánto. 

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