HUMANISMO Y MASONERÍA
Mario López M.·.M.·.
Los masones afirmamos, de acuerdo con nuestra filosofía, que la Orden será disuelta cuando los principios masónicos se esparzan por todo el mundo haciendo innecesaria nuestra presencia.
Si el fin de la Orden es mejorar a la humanidad en su conjunto, ¿falla algo en algunos masones que dicen que la masonería no es para todos? La respuesta podría ser SI y No a la vez.
Es cierto que la masonería no es para todos porque no todos la buscan y no todos son quién de comprenderla; pero, que no sea para todos, no implica que sus beneficios no puedan alcanzar a toda la Humanidad del mismo modo que no hace falta ser el Sol para disfrutar de su calor.
Ya que buscamos el mejoramiento de toda la humanidad, ¿podemos hablar del humanismo masónico? Creo que si, pero ¿qué es el humanismo?
En el “Appelliataio Fraternitatis Rosae Crucis”, obra que acaba de ver la luz en enero de 2014 y que los Rosacruces catalogan como su quinto manifiesto, podemos leer:
“Todo individuo tiene el deber de considerar a la humanidad entera como su familia…haciendo así del humanismo la base de su comportamiento…De modo que la Tierra sería la expresión viva de la fraternidad”
Nuestras tres divisas masónicas son Libertad, Igualdad y Fraternidad. El masón no diferencia entre ricos y pobres, blancos o negros, católicos o musulmanes…no reconoce status sociales ni económicos, ni de ninguna clase; todos los hombres son iguales. Ya en la misma iniciación el V.·.M.·. manda decir al profano con total claridad:
Prevenid al profano que nosotros no reconocemos jerarquías sociales ni de fortuna y que quienes deseen ser iniciados en nuestras prácticas y doctrinas, deben ser hombres honrados, libres y de buenas costumbres y dispuestos a trabajar por el bien de la Humanidad. Preguntadle si cree reunir estas condiciones.
Si, definitivamente, el masón auténtico es un humanista. En primer lugar porque considera a toda la humanidad como hermanos y hermanas de sangre y que las diferencias son casualidades y apariencias. Para un masón de verdad no existe la raza blanca, negra, amarilla o roja, por citar las típicamente conocidas, sino la raza humana y, habiendo una sola raza humana, se borra de un plumazo la supuesta superioridad racial defendida por los nazis, el Ku-klux-klan o cualquier otro grupo racista.
Como hemos dicho, un verdadero masón, un humanista, considera que todos los seres humanos son células de otro cuerpo mayor: la Humanidad.
Esto no impide que uno sienta mayor afinidad por unos que por otros, ya sea porque comparte religión, ideas políticas, aficione, setc. El humanista respeta esas diferencias, no las rechaza ni las odia, es tolerante, debe tener como meta:
“La mayor tolerancia, dentro de la más estricta independencia”
La falta de tolerancia, el todo vale si es para mí beneficio, el materialismo actual donde el ser humano parece buscar el atesorar una riqueza que se quedará aquí cuando se muera; aleja a los seres humanos. Deshumaniza a la humanidad. ¿Estoy defendiendo la globalización total, la eliminación del individuo?
¡¡¡¡NO, nada más lejos!!!! El individualismo no es obstáculo si se aplica correctamente, una frase lo resume.
La humanidad precisa del individuo
La humanidad precisa de cada uno de sus miembros, cada ser posee su lugar y, al igual que un mecano, cada pieza es vital para que funcione. No hay ninguna más importante que otras, todas lo son. Eliminemos una sola de las piezas y el mecano conseguido no estará completo, no funcionará perfecto. Elimine un ser humano y la humanidad no estará completa.
Por ello el individualismo mal entendido es ruin. Usted es único, irrepetible, posee ideas propias…pero si se aleja de la humanidad, si se aísla de la sociedad cual un anacoreta; ahí está el mal. Lo que usted sabe se pierde.
Los masones somos individuales, no hay dos iguales, cada uno posee sus ideas y su potencial; pero somos humanistas. Por lo tanto no podemos quedarnos dentro de nuestros templos, en nuestras logias. Tenemos que salir al mundo, a la sociedad, y darle a ella el fruto de nuestro adelanto porque nuestro trabajo es mejorar a la humanidad y ¿cómo la quieres mejorar si te quedas todo para ti solo? ¿Cómo la quieres mejorar si no sales de tu cascarón, de tu logia, de tu templo?
¿Individualismo?, ¿diferencia? Si, pero bien aplicados. No olvidemos que cada ser humano posee su alma, pero estas han emanado de una misma fuente espiritual, el Alma Universal, el GADU.
El humanismo nos permite darnos cuenta que el hombre como humanidad es un todo, el hombre sólo está condenado al olvido. La humanidad ha creado la arquitectura, la tecnología, la literatura, la ciencia, el arte…; pero ha sido fruto de varias individualidades cuyo trabajo fue dado al siguiente. Así un coche existe porque alguien descubrió la rueda, alguien la aplico y creo las carretas, alguien pensó en poner animales de tiro, alguien descubrió la gasolina, alguien creo un motor que funciona con ella, alguien lo aplico a las carretas… Todas estas individualidades se dieron en seres humanistas que supieron ver más allá y se dieron cuenta que sin otros su propia obra no vale nada.
Justo por todo esto, el masón ha de ser humanista y tener fe en la humanidad. Quizás, entre los símbolos que usamos podamos poner a la granada como símbolo del humanismo. Cada grano es diferente, como lo es cada hermano. Todos juntos dan forma al fruto como los hermanos se lo dan a la logia. Dentro maduran, se hacen mejores y, a su tiempo, la granada explota esparciendo sus granos en todas direcciones. Así debemos ser nosotros, los masones.
Es nuestro deber esparcir la Luz que tengamos porque la oscuridad no se combate: se ilumina.
Es nuestro deber da a la humanidad todo lo que nuestro ser individual ha aprendido.
Es nuestro deber ser humanistas.
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